Viajar estando embarazada

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¿Qué tal un viaje durante el embarazo?

El mejor tiempo para ello es del quinto al séptimo mes de embarazo, porque ya se pasaron las preocupaciones iniciales y la tripa todavía no ha crecido mucho.

Os recomendamos no escoger como destino ningún país lejano, con comida desconocida y un clima extremo. Alturas que superan los 1.800 m provocan sofocos o mareos. Evita también las regiones con enfermedades contagiosas. Consúltalo con tu médico y pregunta por la necesidad de vacunarse.

El WHO – Worl Health Organisation – tiene una lista de países ordenados según su riesgo de enfermedades contagiosas.

Además hay que tener en cuenta que hay países con normas de higiene menos estrictas. Infórmate sobre las instalaciones sanitarias o sobre médicos, ginecólogos y hospitales disponibles en lugar de destino. Piensa en los documentos, o el “pasaporte madre” si te lo has hecho, para llevar toda la información necesaria en caso de emergencia.

Lleva en cada excursión suficiente agua y comida, para mantener tu circulación estable. Evita la carne cruda, los cubitos de hielo, el agua del grifo o la fruta sin pelar.

No importa la forma de transporte, durante el embarazo el riesgo de trombosis es más alto si estás sentada durante muchas horas. Unas medias de compresión te pueden ayudar en el caso de que vayas a estar sentada mucho tiempo. Si os decidís por un viaje en avión, intentad coger sitio en el pasillo. Si viajáis en coche planead varias paradas. El viaje en tren es una alternativa cómoda y agradable para muchas mujeres.

¿Te sientes en forma? Aún así no te apuntes a las actividades peligrosas. Escalar, bucear, hacer Jet-Ski o un Quad-Tour son acitividades peligrosas en tu estado. Sin embargo hacer pilates, nadar o un poco de senderismo son opciones muy recomendables.